"Por muy arriba que escales, por muy rápido que vayas, por muy alto que vueles, si quieres ver el 70% del planeta tendrás que sumergirte"

martes, 19 de febrero de 2013

Cabrera - Islas Baleares

18/07/2010

PARQUE NACIONAL DEL ARCHIPIÉLAGO DE CABRERA ISLAS BALEARES

A lo largo de 2010, tres veces fueron las intentonas de bucear en este magnífico paraje protegido de las manazas del hombre. Y como dice el refrán, a la tercera va la vencida. Y  siempre por mal tiempo.

Lo primero que hay que saber es que este Parque está muy protegido y hay que pedir permiso para poder ir allí. Para ir a Cabrera con embarcación propia (o alquilada) es necesario solicitar un permiso de navegación a la dirección del Parque Nacional. Todos los recursos naturales están protegidos y por tanto no se permite la pesca deportiva, ni la caza, como tampoco se permite recolectar productos naturales, ni extraer ningún mineral. Tiene un gran valor natural, ya que, debido a su aislamiento a lo largo de la historia, ha llegado hasta nuestros días prácticamente inalterado: el paisaje litoral de Cabrera se puede considerar uno de los mejor conservados de las costas españolas, y uno de los mejores de todo el Mediterráneo. Cobija asimismo importantes colonias de aves marinas y especies endémicas. Debido a su riqueza biótica y a la abundancia y variedad de aves, también ha sido declarada como ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves). También es Lugar de Importancia Comunitaria, así que está integrado en la Red Natura 2000. Tiene también la categoría de Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM) del protocolo de áreas marinas protegidas del Convenio de Barcelona para la protección del Mar Mediterráneo.

Afortunadamente, el centro de buceo (Isurus) se encargaba de todo. La salida se hizo en barco desde la Colònia de Sant Jordi (Mallorca) hasta que llegamos a Cabrera. Un viaje en barco de un lugareño de la Colònia de Sant Jordi que alquila su barco para visitas al archipiélago.

Durante el viaje pude disfrutar de la compañía de mi instructor (que no tenía un buen día y no pudo realizar la primera inmersión) y de mis compis de buceo. Entre ellos, personaje curioso el que sería luego mi compañero (Heiko, noruego, creo), muy simpático. También en este viaje de ida comenzó lo que sería, sin yo saberlo aún, mi viaje al mundo de lo profesional.


La llegada al archipiélago fue bastante bonita, todo lleno de pequeños islotes, muchos de ellos con su propio faro.









La isla de La Cabrera tiene un papel fundamental en el archipiélago y está compuesta de otras 19 islas menores e islotes que la rodean. Tiene un litoral extremadamente recortado, con un perímetro de 39 kilómetros y unos acantilados de gran belleza y otros accidentes costeros como: cabos, calas, playas de arena y de cantos rodados y cuevas litorales de gran belleza como sa Cova Blava. Los acantilados más notables están en na Picamosques al SW con 172 m, en el cabo Ventós (120 m) al NE y en la Punta Anciola (99 m) en el extremo sur.

Una vez se entregaron los papeles en el muellecito de la isla, nos dirigimos al primer punto de inmersión, llamado "Cap Llebeitx". Yo hubiese preferido Sa Cova Blava, pero nos recomendaron éste, así que allí fuimos.
Como ha dicho alguien por ahí, dos palabras: im-presionante. Pared rocosa que supera los 60 metros. Un termoclina interesante y muchísima vida animal. En especial, creo que fuimos afortunados y disfrutamos de la presencia de Tomeu, un mero muy muy grande (el que estaba a mi lado era casi tan largo como yo), de unos 40 años de edad y muy amigable. Aquí podéis ver un vídeo suyo (hecho por mi instructor).

 

Otra de las cosas que vi que me fascinaros, fueron los bancos de barracudas, enormes. De cientos de ejemplares cada uno de ellos, formaban espirales a nuestro alrededor y sobre nuestras cabezas. Algo estarían tramando...

Lo pasé realmente bien.

Cuando salimos a superficie, nos desplazamos tranquilamente bordeando la pared del acantilado que previamente habíamos visto bajo el agua, gozando aún más de la visión general de esta bonita isla.

Cuando llegamos a "Cala Galeota", descansamos un buen rato y tomamos un piquislavis.lo que puedo decir de esto es que recomiendo encarecidamente no tomar gazpacho antes de una inmersión. El término "repetición" se hará eterno en vuestra cabeza...


Esta fue mi primera inmersión en la que tuve problemas para poder compensar los oídos. Mi oído derecho. Pero lo solucioné en los primeros 5 minutos y sin forzar, que es lo importante. Diego ya se pudo apuntar a la inmersión (y se encontró un cuchillo nuevecito, en compensación por la primera inmersión), con lo que pudo disfrutar también de una inmersión.

Salí encantado de esta inmersión, no tanto por la fauna, sino por el colorido de su fondo. Lo disfruté bastante. Además, hubo que bajar para que el ancla de la embarcación subiera limpia y no destrozara nada del fondo.

Y una vez todos en el barco, llegó el momento de volver a Mallorca. Viaje muy entretenido por la conversación sobre el buceo profesional y por la presencia de peces voladores, que, lejos de nosotros, nos acompañaron un ratito.


Datos de la inmersión "Cap Llebeitx":

Profundidad máxima: 25,3 metros
Visibilidad: >20 metros
Temperatura: 25 ºC
Traje: 5 mm. Con guantes. Sin capucha.
Tiempo de fondo: 51 minutos
Deco: No
Lastre: Cinturón, 10 Kg
Botella: 12 l


 
Datos de la inmersión "Cala Galeota":

Profundidad máxima: 27,8 metros
Visibilidad: >20 metros
Temperatura: 24 ºC
Traje: 5 mm. Con guantes. Sin capucha
Tiempo de fondo: 61 minutos
Deco: No
Lastre: Cinturón, 8 Kg
Botella: 12 l


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